En el Cartagena International School un grupo de niños entre 7 y 15 años diseñan drones con un objetivo benéfico
Desde hace algún tiempo los drones dejaron de ser simplemente un objeto de diversión y se convirtieron en una tecnología que aporta a diferentes sectores como el de la construcción, la defensa, el agro y más recientemente las causas sociales. A esto último, fue a lo que decidió apostarle un colegio colombiano el Cartagena International School, que diseñó un programa extracurricular que busca enseñarles a sus estudiantes a construir y volar drones con el fin social de que a futuro puedan apoyar a comunidades y campesinos en el país.
Casos como el de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), quien en 2017 empezó a utilizar drones en regiones como Níger, Burkina Faso y Uganda para mejorar la eficiencia de la ayuda humanitaria al elaborar mapas de asentamientos y valorar las necesidades de los refugiados o; el del más reciente uso que le va a dar el Instituto Humboldt para hacer el censo de hipopótamos en Colombia, son algunos de los tantos ejemplos en los que esta tecnología se convirtió en un medio de apoyo.
Y es que, para generar un impacto social, 30 estudiantes cartageneros de esta institución, serán una de las primeras generaciones en aprender por medio de clases teóricas y prácticas la historia de los drones, cómo se pueden diseñar a través de materiales reciclados, la reglamentación que tiene la Aeronáutica Civil, y por supuesto, cómo volarlos según sus diferentes usos: toma de fotografías, carreras y cargamento de objetos.
Daniela Carvajalino, presidente del Cartagena International School, explica que actualmente estos estudiantes están divididos en dos grupos, el primero son niños de los 7 a los 11 años y el segundo son jóvenes de 12 a 15 años, quienes aprenden por medio de una metodología de gamificación en la que van avanzando a través de diferentes niveles a lo largo del año.
“Lo más importante con este programa es que el estudiante va a cambiar su mentalidad de que el dron es un juguete o es algo que se utiliza simplemente para divertirse, y va a empezar a comprender que se puede tomar como una herramienta más de aprendizaje que implica innovación, ciencias, matemáticas, nuevas tecnologías, pero especialmente que va a ser una solución para ayudar a otras personas”, resaltó Carvajalino.
Por esa razón, la institución ahora se encuentra desarrollando un proyecto que espera llegar a impulsar en algunos meses en el que puedan beneficiar a campesinos y agricultores del caribe colombiano con drones que se adapten como un sistema de vigilancia y de riego. Adicionalmente buscan desarrollar investigaciones con comunidades en puntos de acceso que podrían considerarse como de “zonas rojas” en el país.
Es así como estos estudiantes convivirán con Drones DJI tanto de carrera como especializados en temas audiovisuales, simuladores de vuelo, impresoras 3D, equipos de robótica y hasta gafas FPV (realidad virtual), para que la “experiencia e inmersión sea completa y ellos tengan todos los conocimientos en la materia”.
De acuerdo a la plataforma de análisis de la industria, estos equipos tecnológicos Drone Industry Insights, durante el año pasado en el mercado de los drones movieron 22.500 millones de dólares en todo el mundo.
Fuente: Noticias Rcn